¿Son insectos? sí y
también se comen, en la localidad de Capulapa municipio de Huatusco, hoy es un día
diferente, no solo por el cambio de clima tan considerable, sino también porque
el rostro de la gente se nota cansado, con sueño pero muy satisfechos, pues
tendrán sobre su mesa un platillo delicioso y típico de la región.
Y es que la aventura
inicio desde ayer por la tarde, pues se necesitaban bolsas de plástico, botas,
camisas de manga larga y lámparas, ya que eran indispensables para esta
ocasión. Las horas de sueño iniciaron a las ocho de la noche pues se necesitaba
madrugar y así fue.
La alarma sonó justo
a las tres de la madrugada, cuando el mejor de los sueños está por iniciar, el
cual dejamos en suspenso pues la hora había llegado y teníamos que salir.
Nos dirigimos al que sería
nuestro destino, un hormiguero, para lo que recorrimos varios kilómetros para
llegar hasta ahí.
Al hablar de
hormiguero, se preguntaran a ¿Qué fuimos?, acudimos a este lugar para capturar
“chicatanas”.
La palabra chicatana y sus derivados vienen de la palabra náhuatl
tzicatl de tzi, que se traduce como grande y atl traducida como hormiga, como
sabemos el nombre que se le otorga depende del lugar donde se encuentre
(localismos), dialectos y lenguas
autóctonas.
Es por esto que también recibe el nombre de arriera, hormiga campestre, hormiga
de San Juan, cuatalata, chancharra, chicatana, chicantana,
chícatera, tzicatera, shícatera, jibijoa,
machomo, monchona, parasol, quiss, nacasma, nokú, nucú, tepeoani, zompopo, tzim-tzim, tzín-tzín, tzitzin.
Ya estando allí nos
preparamos, nos pusimos bolsas de platico en los pies y las atamos con un hilo,
para evitar la entrada de arrieras (también conocidas como cortadoras) y sufrir
mordeduras, asistimos alrededor de cinco personas, todos emocionados pues para
algunos era la primera vez que acudíamos a capturar esas hormigas.
Sus hormigueros son
muy grandes y pueden extenderse a más de 100 metros cuadrados, alcanzando una
profundidad de más de 5 metros. Sus nidos son perennes ya que pueden durar
hasta 50 años.
Y ¿porqué estos insectos
deciden salir de sus nidos? La respuesta es que en esta temporada inician su
“vuelo nupcial” que justo se da cuando inicia el período de lluvias junio- julio;
según personas adultas del lugar deben de caer por lo menos dos aguaceros
fuertes y en la madrugada empiezan a salir.
Es ahí donde entramos en acción para
recolectarlas, parece fácil pero no es verdad pues las arrieras vienen
acompañando a las chicatanas y te pueden subir en todo el cuerpo causado
mordeduras, por eso el uso de bolsas de nylon, pues las mordeduras son muy
dolorosas y pueden ser demasiadas.
Una técnica para su
captura, es el uso de lámparas muy grandes, pues estos insectos buscan la luz y
ahí se reúnen muchos de estos, siendo la recolección más fácil, se introducen
en cubetas de plástico o de zinc con agua, pues como tienen alas se salen con facilidad
del recipiente.
Estuvimos en el hormiguero hasta las seis de
la mañana, y logramos recolectar tres cubetas llenas de estos insectos.
El trabajo no termino
ahí, nos dirigimos a casa, donde tendría que prepararse este típico platillo de
toda la región huatusqueña, donde se iniciaría con la selección, pues a los recipientes
se introducen junto con arrieras, y mionas (llamadas así por su peculiar olor a
orina), la cuales no son comestibles, se escogen solo las chicatanas que son de
mayor tamaño que las mencionadas anteriormente, y de color casi negro.
Para su elaboración se eliminan las patas
y alas, luego de tener algunas pasan a
ser guisadas en un sartén con poco aceite y sal al gusto. Estas ya pueden ser
consumidas.
Pero el platillo más conocido y sabroso es la
salsa de chicatanas, para la cual se necesitan chiles verdes o rojos tostados,
un ajo, las chicatanas guisadas o tostadas, sal y agua.
La manera más tradicional de elaborarla es
usando el molcajete, donde se muele el chile junto con el ajo hasta combinarlos
completamente, se agregan las chicatanas las cuales también se machacan hasta
integrarse a la pasta del chile, se agrega agua (la necesaria) y sal al gusto.
O de manera más fácil que es licuando todos
los ingredientes, pero muchos aseguran que el sabor no es el mismo que cuando
se elabora en molcajete.
Así pues con este
platillo sobre la mesa, es que se finalizo esta aventura donde conocimos este
alimento muy nutritivo y sobre todo delicioso y que hace única la región de las
altas montañas, Huatusco.